Al igual que venimos haciendo desde hace dos años, la intención de voto se midió de dos formas diferentes y complementarias:
Como en nuestras encuestas anteriores cabe aclarar también que no hacemos ninguna "repregunta": sabemos que muchas personas que responden "no sé", "voto en blanco", "voto anulado", o "no voy a votar" tienen una inclinación hacia uno u otro partido (o seguramente NO votarían alguno/s) pero por alguna razón no la quieren responder: voto "vergonzante", enojo hacia el partido al que siempre votaron, u otras razones. La "repregunta" suele reducir significativemente las intenciones de voto en blanco, anulado, o los "No sabe / No contesta". En esta encuesta no hay "repregunta".
En nuestra encuesta realizada entre el 25 de enero y el 5 de febrero, la intención de voto por partido es la siguiente: el Frente Amplio obtiene un 37% de intención de voto; le siguen el Partido Nacional con 28%, el Partido Colorado con 13%, el Partido de la Gente con 3% y el Partido Independiente con 2%. Unidad Popular y el PERI alcanzan el 1% cada uno. Un 7% dice que votará en blanco o anulado y un 7% no sabe o no quiere contestar la pregunta. En esta medición, además, se dejó la opción "otros partidos" como pregunta abierta, y aparecieron varios casos del Partido Verde Animalista, el Movimiento Social Artiguista, el Partido Digital, y Orden Republicano. Entre todos ellos y el Partido de los Trabajadores suman 1%.
Debemos aclarar que un 2% de los encuestados declaró que no votaría, por lo que se eliminaron del cálculo de los porcentajes de intención de voto.
En cuanto a la evolución de la intención de voto, pueden notarse las siguientes tendencias:
Hemos presentado a los encuestados diferentes escenarios posibles, variando los candidatos del Frente Amplio, del Partido Nacional y del Partido Colorado. Los demás nombres se mantuvieron fijos en todos los escenarios: Pablo Mieres, Edgardo Novick, Gonzalo Abella, César Vega y Rafael Fernández. Mostraremos cuatro de los escenarios testeados, que nos parecen particularmente interesantes.
Si los candidatos del FA, del PN y del PC fueran respectivamente Daniel Martínez, Luis Lacalle Pou y Ernesto Talvi, el FA obtendría el mismo porcentaje que en la intención de voto por partido, el PN tres puntos menos y el PC un punto menos. Al igual que en mediciones anteriores, parecería que Lacalle no logra conformar a la totalidad de los simpatizantes del Partido Nacional. Novick y Mieres obtienen intenciones de voto algo superiores que sus partidos.
Si en lugar de Ernesto Talvi el candidato del PC fuera Julio María Sanguinetti, el PC obtendría un punto más que en la intención de voto por partido y el PN cuatro puntos menos. Claramente existe un segmento de votantes "anti FA" que en primera instancia se inclinaría por votar al Partido Nacional como "referente" actual de la Oposición, aun sin ser "blancos", pero que si Sanguinetti fuera candidato migraría hacia el Partido Colorado en primera vuelta. De todas formas, la diferencia entre la votación que obtendrían Talvi y Sanguinetti - manteniendo fijos los candidatos de los demás partidos - es cada vez menor.
Si cambiamos a Daniel Martínez por Carolina Cosse, manteniendo a Lacalle y Sanguinetti como candidatos del PN y el PC respectivamente, la intención de voto del FA caería dos puntos en relación al escenario con Daniel Martínez, y los demás candidatos/partidos se mantendrían en los mismos porcentajes. Los dos puntos que "perdería" el FA en ese escenario, en relación al mismo escenario con Martínez, no son captados por la Oposición sino que irían al voto en blanco o anulado, o a los indecisos. Son votantes "de izquierda moderada" a quienes no convence la candidatura de Carolina Cosse. De todas formas, la intención de voto del FA es menos "elástica" que la del Partido Nacional: depende menos de quién ocupe el lugar de candidato/a, al menos entre Martínez y Cosse.
Si cambiamos al candidato del Partido Nacional por Larrañaga y mantenemos a Martínez como candidato del FA y Sanguinetti como candidato del PC, el PN perdería actualmente 8 puntos en relación a su intención de voto por partido; el PC ganaría 3 y Novick 3. Este es el escenario más competitivo por el segundo lugar en las elecciones nacionales ya que el PC lograría acercarse mucho al PN. Claramente Larrañaga sin convencer a buena parte de los votantes opositores, que preferirían votar a Sanguinetti si tuvieran que elegir entre ambos. Esto refuerza una vez más nuestra teoría acerca del cada vez menor apego a las divisas partidarias: de la misma forma que se ha especulado mucho acerca de los "votos prestados" del PC al FA, hoy podemos hablar de los "votos prestados" del PC al PN y que podrían volver, al menos en parte, si el candidato del Partido Nacional no los convence.
A continuación y por segundo mes consecutivo mostramos el resultado de la intención de voto para dos escenarios de balotaje: Daniel Martínez vs Luis Lacalle Pou, y Daniel Martínez vs Julio María Sanguinetti. La idea de analizar esos dos escenarios sigue siendo confirmar o refutar si cualquiera fuera el partido fundacional que enfrentara al Frente Amplio en una eventual segunda vuelta, sumaría los votos del otro. Y efectivamente es lo que sucede en gran medida: en ambos escenarios Daniel Martínez solo crece 6 puntos en relación a su votación en primera vuelta, mientras que Lacalle crece 15 puntos (o sea casi exactamente la suma del Partido Colorado y de Edgardo Novick) y Sanguinetti obtendría 28 puntos más que en primera vuelta. Muy claramente existe, al menos entre los votantes, una división en dos bloques casi idénticos en porcentaje: "oficialistas" y "opositores".
Pero cabe destacar que hay un 15-16% de "indecisos" (votos en blanco, anulados y que no contestan), que son los que haría inclinar la balanza hacia un lado o hacia el otro.
La percepción de que el FA ganará las próximas elecciones volvió a crecer en este último mes y medio: la brecha con el Partido Nacional, se había reducido a solo 3 puntos luego de haber sido de 20, volvió a crecer a 8 puntos porcentuales.
Insistimos en que si bien la campaña electoral parece estar más que instalada, eso recién comienza a ser percibido por la mayoría de los ciudadanos y por lo tanto los escenarios que planteamos en esta encuesta son más que hipotéticos y no deben ser tomados como un pronóstico ni como un ejercicio de futurología. Esta encuesta no pretende ser más que una fotografía del estado actual de la opinión pública y los resultados pueden llegar a variar significativamente el día siguiente a las internas de junio, cuando comience "otro partido" con todas las cartas a la vista.