En nuestra nota de la semana pasada sobre la intención de voto en las internas del Frente Amplio (ver aquí) explicamos cuáles son las dificultades que tenemos los investigadores de opinión pública para medir la intención de voto en una elección interna. En el caso del Partido Nacional se suma ahora la incógnita de Juan Sartori, que no pudimos medir en esta encuesta ya que su campaña comenzó cuando ya teníamos prácticamente terminado el trabajo de campo. Seguramente podremos medir el impacto de su irrupción en la escena política en nuestro próxomo relevamiento. En el caso del Partido Colorado, debemos aclarar también que Julio María Sanguinetti aun no ha confirmado su candidatura y sigue eludiendo una respuesta directa frente a la respuesta de los periodistas. Pero todo lleva a pensar que es muy altamente probable que finalmente acepte encabezar el grupo "Batllistas".
También explicamos en nuestra nota anterior el impacto que puede tener la forma de realizar las preguntas en los resputados que se obtienen Recomendamos su lectura. En nuestra encuesta preguntamos primero a los encuestados si irían a votar en las elecciones internas de junio 2019, recordándoles que no es una elección obligatoria. Las opciones de respuesta eran tres: "seguramente voy a ir a votar", "quizás vaya a votar pero no estoy seguro", y "no voy a ir a votar". A todos aquellos que respondieron "seguramente" les preguntamos dentro de qué partido votarían. Y a los que respondieron que votarían en la interna del PN o del PC les planteamos un escenario con lista cerrada de candidatos y les preguntamos a cuál de ellos votarían si la elección fuera entre esos candidatos. Por otro lado, preguntamos a qué partido y a qué lista al Senado votaron en las elecciones nacionales de 2014, lo cual nos permitió "abrir" los resultados no solo según las variables habituales (género, edad, nivel socioeconómico, Montevideo / Interior) sino también según a qué sector votaron. Como se verá, esta variable es muy importante. A esta forma de preguntar, "en embudo" (primero si votarían en la interna, luego dentro de qué partido, y finalmente a qué candidato frente a una lista, podemos hacerle una objeción importante: quizás exista un segmento de la población que votaría al candidato X del partido A si supiera que están en el menú de opciones; pero como simpatiza primariamente con el partido B, o con ninguno y no tiene a priori intención de votar en las internas, no llega nunca a ver la pregunta en la que aparece el candidato X del partido A. Esto podría estar perjudicando en este momento a candidatos como Ernesto Talvi o Enrique Antía, aun menos conocidos a nivel nacional que sus contrincantes principales, y cuyas candidaturas aun no están "instaladas" en la opinión pública. Pero es solo una hipótesis que procuraremos confirmar en próximas encuestas.
Al presentarse a los encuestados un escenario con los cinco candidatos confirmados del PN (insistimos en que aun no estaba instalada la campaña de Juan Sartori), Luis Lacalle Pou obtiene un 53% de intención de voto, Jorge Larrañaga un 32%, Enrique Antía un 7%, Verónica Alonso un 5% y Carlos Iafigliola un 1%. Como sucede habitualmente, Larrañaga acorta diferencias con Lacalle en el Interior, mientras que el segundo más que duplica al primero en Montevideo. De la misma forma, Enrique Antía tiene al momento una intención de voto muy significativamente mayor en el Interior que en la capital.
Al cruzar la intención de voto actual en la interna del PN por la lista al Senada que el encuestado declara haber votado en octubre 2014, obtenemos resultados interesantes Entre quienes votaron "Todos" Lacalle retiene un 83% de quienes votaron su lista en 2014 y solo un 14% emigraría hoy hacia otras candidaturas. Mientras que entre quienes votaron "Alianza" en 2014, Larrañaga solo retiene un 65%: un 18% votaría a Lacalle en la interna, un 9% a Antía y un 6% a Alonso.Al presentarse a los encuestados un escenario con Sanguinetti, Talvi y Amorín, se observa un claro liderazgo del ex presidente: 63% lo votaría, contra un 30% a Talvi y un 7% a Amorín. Insistimos en que este escenario tiene dos elementos que pueden distorsionar los resultados: 1) Sanguinetti aun no confirmó su candidatura; 2) El "conocimiento de marca" de Ernesto Talvi dista aun muchísimo de ser el que tiene Sanguinetti.